Te extraño, todo el tiempo. Es que cuando te fuiste, mi corazón se marchitó y comencé a derramar lágrimas de sangre, agonizando de dolor. Detesto esta distancia que separa nuestras manos, pero jamás nuestros corazones. Detesto oírte llorar y no poder hacer nada, detesto los planes que el puto destino nos deparó. Si supieras que mi último suspiro fue en el verano, con vos a mi lado, cantando sin importar lo que la gente opinara de nosotras. Y parece ser primavera; pero sin vos, mi corazón se quedó en invierno.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)