Lo que realmente odio de la gente es que ve las cosas con anteojos oscuros, para no entrar en detalles. Yo, sin embargo, soy lo contrario a ellos, soy como su Dios; veo todo desde afuera, amo verlos pelearse entre ellos por cosas que nunca fueron verdad.
La gente camina por la calle, actuando tan falsamente, simulando ser algo que no es. Van tomados de la mano, riéndose y siendo tan tiernos entre ellos. Pero no le hagan caso a eso, escuchen sus voces interiores. Todos tienen un diablillo adentro, lo sé...
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